martes, 25 de septiembre de 2012

flor es de prima vera

acá me vio pasar el invierno horas arrinconado al calor de la madera
envuelta en siluetas de fuego.

ahora, con la tibia primavera que amaga en asomarse, el paisaje, lo sabrás, se vuelve

un paraiso de colores que invitan al despliegue de sonrisas incontenibles.

supongo que el mar verá tu caricia en forma de mirada, si no es hoy, próximamente.

cuando así sea, gustaríame saber de ti. para saludarte.

gracias. por renovar tu imagen en mi sueño despierto.


te beso, con sabor a chocolate

carta al sol

de mi es:

siento hervir el dulce de leche, regalándome un aroma que puede viajar con velocidad a alguna casa de campo de los años 20 en algún pueblito cordobés. 


siento ser feliz. me sumerjo con facilidad en el cantar de los pájaros que me despiertan de las mañanas primaverales que ya se dejan ver por estas tierras. 


me parece fantástico el mundo de las ranas cuando comienzan sus cantos al atardecer, como gritándole amor a los colores que las nubes pintan en el cielo mágico del barrio. puedo estar horas viajando en esa música que continúa y continúa lo que la noche...

se acerca el calor y se me despiertan más sonrisas y caminatas de arena. con las cuerdas mestoy amigando: el charango vibra con una dulzura única. la música es uno de los paisajes que me recorren.



tengo una confesión que hacerte. hace rato no me pasaba. hace unos días tuve el primer cosquilleo viajero desde que llegué del ultimo andar.
me imaginé con la bici, rumbo sur. sonreí, me estremecieron enseguida una seguidilla de escalofríos. se que es el primer síntoma del próximo vuelo. te haré saber hacia dónde en cuanto la bici me lo confirme.
estoy aprendiendo, mucho, del vivir, del relacionarme, del ser, del amor. 
y es que quiero saber de vos también. te siento cambiar y me intrigan tu alma y tu corazón.
te quiero,
ver también!
san