miércoles, 2 de marzo de 2016

O qué está acontecendo com você Santiago?

O qué está acontecendo com você Santiago?*




Inspirado pelas maravilhosas contadurias do meu querido amigo Thomas Paul Bisinger me jogo na escrita com motivo de ansiolítico e preenchimento de buraco temporal entre aeroportos rumo Argentina.
De entrada, gratidão e parabéns ao povo brasileiro que trabalha no ramo dos transportes: precisão fina nos horários acordados. Digno de reconhecimento e reiki.
Terça-feira. 8hs. Acabo de receber uma mensagem do cara que me hospedou ontem em Brasília dissendo que esqueci meu dinheiro na casa dele. (Tudo o que tinha: 700rs). Ainda bem que foi ele que me avisou e não ter que ser eu descobrindo a minha falta de presença. Poderia ter entrado em infinitas e angustiantes suposições de roubos e esquecimentos. (Lembro das desculpas que tive que dar pro pessoal do Caubi faz uns dias depois de ter achado que alguém tinha pego meu celular da minha mochila enquanto apagávamos o fogo. Tinha esquecido o celular na cozinha de casa. O que está acontecendo com você Santiago?). Mas isso é uma suposição também. E não fazemos.
Em fim. Agora. Cheguei em Campinas e preciso comprar a passagem até Guarulhos para pegar o voo até Argentina. Não quero olhar dentro da carteira, porque não sei se tem alguma coisa, e se tiver não é muito. Alguém me disse que a passagem estava entre 50 e 60rs. Fudeu.
Vou até a menina que vende as passagens só para conferir o valor, enquanto reviso a minha carteira: enxergo uma nota de 20 e outra de 10 e a senhorita canta: "31,50rs senhor". Começo a tirar tudo o que tem na carteira (cor azul, carioca, artesanato de Gilson Martins, costurada em couro, com o Cristo Redentor rendido de braços abertos ante a humanidade inteira ensinando compaixão) e além dos 30 caem duas notas de 2rs e algumas moedas. Eba!
iujuuuu! Vamos carajo! Que ojete! Zafé! Menos mal! "Ya estoy en Argentina"


Bueno, ahora ayuno (jejum) forzado hasta las 21hs que veo a mi mamá en Ezeiza (aeropuerto internacional de Buenos Aires). Tranquilo. No pasa nada.
Esperando el bondi a Guarulhos veo una carpita de pasteles en una plaza de Campinas. Me lanzo inconsciente mientras reviso las monedas que me sobraban. Junto 5 reales y 95 centavos. Pido un pastel de queso (4rs). Mordisco. Era de pollo (frango). Le digo: "Te pedi uno de queso, este es de pollo". Respuesta: "Uh, disculpame, me confundi", mientras me lo saca de la mano y lo tira en un tacho (lixo). Me dolió ver el pastel volando al tacho. Le digo: "¿Vas a comer el pastel?" Rta: "No". Yo: "¿Puedo comerlo entonces?" Rta: "Si, claro. Mientras te hago el de queso". Perfecto. Pienso: no tenia un mango y me estoy clavando dos pasteles. Y uno gratis.
Pienso en el vegetarianismo, en qué pensaría Angelina, en mi relación con la autoridad, en Piracanga, en que el pastel está un poco seco, en que a los brasileros les gusta el pollo seco; y por suerte o merecimiento aparece una salsita con tomate que hidrata un pollo casi incomible.


Mientras como el de pollo recibo el de queso y llega el bondi.
Me mancho la ropa con el de queso porque tiene bastante aceite. Pienso: "Que boludo. Por suerte el buzo (casaco) es negro y no se nota la mancha".
Me sobra 1 real con 95 centavos y me llevo un brigadeiro que vale 2 en la carpita de al lado. Pienso en que las dos mujeres que me atendieron son lindas personas. Un 95% de las brasileras que trabajan en esos puestitos de calle son lindas personas. Que bien.


Termino el de pollo, le hago reiki para que no me haga mal. Era mejor hacerlo antes de tragarlo. Siempre hagolo mismo.
Me siento lleno y todavia tengo un pastel de queso super aceitoso en una mano y en la otra un brigadeiro. Me pregunto por qué decidi comprar estas boludeces en vez de unas castañas, una frutita. Si yo nunca como estas cosas! Soy duro conmigo mismo y me digo que ya no puedo hacer más eso. Me arrepiento de los hechos y sigo comiendo para hacerlos desaparecer. Pienso en regalárselo a alguien pero una fuerza mayor no me deja. Escasez. Que bien! Ahora la identifico! Me reconozco. Agradezco.


Llega el bondi. Percibo la infelicidad del hombre que guarda las valijas de los pasajeros. Me subo. 
Ahora camino a Guarulhos - San Pablo. Autopista. El ser humano creó autopistas. Me parece bien, cuando no hay embotellamiento. 
Feliz de volver a escribir. Pienso en retomar el libro que vengo escribiendo hace 11 años, que ya le llegó la hora de salir del armario. Agradecido a Thomas, agradecido a Piracanga, agradecido a la vida.


Pienso si hay algo más que quiera contarles. Se me caen los mocos y recuerdo el momento en que me meti abajo de una zarpada cascada en Brasília, ayer, mientras llovia y sentia frio, creyendo que el agua me iba a curar la molestia en la garganta que vengo cultivando desde la fiesta del Aura 1 el domingo a la noche. (Fiesta increible, gracias Amit, gracias Berna. La fiesta acabó con la luna naranja saliendo del mar y el plancton reflejando las estrellas que viven en el agua. Gracias vida).
No me curó nada. Hay una parte de mi que no cree en esas cosas. Supongo.


Aeroporto de Guarulhos. Imensidão. Muitos humanos. Que coisa linda! De verdade.
Percebo o perigo de não achar um banheiro em 15 segundos. Os pastéis e o brigadeiro já alertaram o sistema.
Acho. É lindo. Confortável. Cheiroso. Não usam produtos da Plante! mas está bem cuidado. Consigo escrever mais um pouquinho enquanto escuto Change My Mind de One Direction e contamino as águas do Planeta. Sinto a compaixão de Bananilda cheia de paciência nessa estrada que a Humanidade transita.
Me desculpa Mãe. Fazemos o melhor que podemos.


Estoy muy bien
Los amo
Santi

*Título propuesto por el maravilloso ser Manuel Eiras,amigo profundo y autor de la novela "Las ganas de ir al baño".

Vista aérea de Ilhéus : Bahia : Brasil 
https://www.facebook.com/santilingu/videos/10153940872863057/